Capitulo uno, el principio

No se muy bien como empezar, aunque parezca mentira los principios creo que son los mas difíciles.
Hoy 20 de febrero del 2011 he creado este blog con la intención de contar un poco mi vida, seguramente para mucha gente les resultara aburrida esta lectura, otras personas podrán mas que sea un poco reflejarse en la situación que ha continuación se describe.

Nacido en el año 1957, en un pueblo de la vega baja de Alicante, llamado Callosa del Segura. El pueblo se encuentra lejos del mar y el rió segura que pasa cerca le da su nombre, de familia humilde y trabajadora, en un barrio sencillo  y donde en aquellos entonces mandaban construir sus casas, mi casa estaba en la falda de la montaña.

La gente del lugar (mi madre incluida) se dedicaban a tareas del campo, mi padre era hilero (fabricación de cuerdas de cáñamo).

A pesar de que mi hermano y yo nos llevamos 5 años de diferencia (el es mayor que yo) íbamos a la misma "escuela" que a la postre era una planta baja acondicionada para tal fin. Una vez a la semana teníamos que llevar unas fiambreras pues nos daban leche en polvo.
Falto de industria (creo que era igual casi en toda España) la mayoría de la población se convirtieron en emigrantes, y viajaban a Alemania o Francia, entre otros destinos.

Mis padres no iban a ser menos, en busca de algo mejor mi padre se marcho a Francia y una vez establecido en París, empezó a trabajar en la fabrica de coches Citroen, dos años después iríamos el resto de la familia, por aquel entonces yo tenia 3 años.

Un mes de julio de 1960, estación de Alicante, son las 9 de la mañana, sale un tren cargado de emigrantes rumbo a Portbou frontera hispano Francesa, maquina una vaporosa, vagones, de los llamados costas o catalanes los asientos son de madera, nos esperan 12 horas de viaje por la cornisa Mediterránea.

Llegamos a Valencia estación del norte, cambio de sentido, nos ponen otra vaporosa en lo que antes era la cola del tren y salimos dirección Barcelona, comemos por el camino unos bocadillos, no somos los únicos mucha gente hace lo propio.

Llegamos a Portbou a las 9 de la noche, bajamos del tren con todas las maletas mi madre me coge bien de la mano, no quiere que me pierda entre todo el gentío, llegamos a un edificio que tiene una gran recepción un paso previo para pasar a las vías francesas, unos agentes franceses y unas personas con batas blancas, los primeros abren maletas al azar o a posibles sospechosos de llevar algo (pero que?? si es apenas si vamos con lo puesto), los segundos escogen a personas supongo que según ellos vieran y les hacen un examen visual insitu, les abren la boca y no recuerdo que mas les miran, pero si recuerdo que a algunas personas las pasan a una habitación aparte.

Pasamos al lado Francés sin mas contratiempo, el tren es mas largo que el Español, los vagones son de acero y los asientos de skay, se agradece porque aqui vamos ha pasar otras 12 horas, la maquina es una vaporosa también. Hay mucha gente subiendo maletas y bultos, y es que un poco antes de la llegada de nuestro tren llego otro, sinceramente no se de donde (Portugal??), muchas personas en un Francés chapurreado hablaban con el personal ferroviario (agentes de aduana posiblemente) respecto a sus familiares que habían quedado todavía en el edificio de aduanas, el agente les contesta que el tren no saldrá sin ellos si reciben el visto bueno (el visto bueno de que?). Mas tarde supe del control para las enfermedades.

Llegamos a París sobre las 10 de la mañana, estación de Austerlitz, cogemos los bultos y las maletas y vamos todos hacia la puerta principal donde esperamos turno para coger un taxi que nos lleve a donde vamos a vivir.

Así que no quedo mas remedio que aprender el Francés, a esa edad todo lo que conlleva es estudiar, yo tuve suerte al ser tan pequeño me costo menos adaptarme, hasta tal punto que llegue a entender el español, solo por lo que decían mis padres en casa y cuando se juntaban con los demás compatriotas venidos de otras provincia de España al igual que nosotros, pero no sabia hablarlo.

Después de 10  años en París mi madre se puso mala y el medico nos aconsejo que lo mejor que podíamos hacer era volver a España, el clima de aqui era mucho mas beneficioso. Cierto es que fue pasar a España y la cara de mi madre cambio por completo (a mejor, por supuesto).

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