Capitulo 5, muchas cosas pasan


A decir la verdad las comidas son buenas en general, no os puedo decir que comía o cenaba mi memoria es bastante buena pero no llego a tanto. Pero si os puedo asegurar que no tiene nada que ver con lo que hoy sirven, por lo menos en el hospital de Alicante.

Tengo la desgracia de ser paciente habitual de ese hospital y he estado en prácticamente todas las plantas, hagamos un poco de memoria: empecemos por lo que fue, hasta no recuerdo muy bien qué fecha los horarios de los desayunos, las comidas, meriendas, cenas eran bastantes puntuales y los medicamentos eran entregados antes para su ingestión con los alimentos correspondientes.

Se tenía el principio (no yo sino el personal médico) de que con una buena alimentación y los medicamentos tomados con puntualidad favorecían la pronta recuperación del paciente.

Hoy en día esos principios por lo visto han desaparecidos achacándolo todo a los recortes, te sirven el desayuno casi pegado a la comida, los medicamentos… pues eso, cuando puedan. Las comidas son todas incomibles, a base de pescados cocinados de no sé qué manera pero a mí por lo menos ya solo el olor me echa hacia atrás, ah, y para la cena la misma jugada (pescado) y así los días que estés, la guarnición que antes era decente ahora brilla por su ausencia y en cuanto a los medicamentos tienes que estar atento no te den gato por liebre.

Antes el hospital tenía sus propias cocinas, ahora es servicio de catering, veis la diferencia?. Por lo que es normal que los familiares de los pacientes les traigan comida de sus casas, y la mayoría de bandejas de comida salen igual que han entrado sin tocar, inútil decir que las quejas al paciente sirven de bien poco. Eso sí, toda la culpa la tiene la crisis y sus recortes te repiten una y otra vez, cada vez que preguntas o dices que algo no es correcto o no está bien hecho.


Es verdad que muchas plantas están cerradas y los pacientes (tengamos lo que tengamos) estamos todos en la misma zona, por lo que para los ATS y enfermeros de turno es una verdadera locura. Ya no existen esas plantas donde cada una tenía su especialidad y la maquinaria funcionaba con una perfección casi del cien por cien.

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